Salsa de calabacín sin nata y sin harina

La salsa de calabacín sin nata y sin harina es una opción perfecta para quienes buscan disfrutar de una comida ligera sin renunciar al sabor. Con una textura cremosa y un toque suave, esta salsa es ideal para acompañar platos de pasta, carnes o verduras, y su preparación es rápida y sencilla.

Ingredientes para una salsa de calabacín cremosa y saludable

Ingredientes principales:

  • 2 calabacines medianos.
  • 1 puerro (solo la parte blanca).
  • 25 g de almendras peladas.
  • 75 g de queso feta.
  • 3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra.
  • Sal al gusto.
  • Agua, cantidad necesaria.

Alternativas para personalizar la receta:

  • Versión vegana: Sustituye el queso feta por tofu suave o crema vegetal.
  • Para un sabor más intenso: Agrega hierbas frescas como albahaca o perejil al triturar la salsa.
  • Opción sin frutos secos: Si no puedes usar almendras, reemplázalas por semillas de girasol o por más queso para mantener la cremosidad.

Cómo preparar una salsa de calabacín sin nata y sin harina paso a paso

Preparación y cocción de las verduras

  1. Lava los calabacines y córtalos en dados pequeños. Si prefieres un color más verde, puedes dejar parte de la piel.
  2. Limpia el puerro, retirando las hojas externas y la parte verde oscura, y córtalo en rodajas finas.
  3. Calienta 3 cucharadas de aceite de oliva en una sartén a fuego medio.
  4. Añade los calabacines y el puerro, sazona con sal al gusto y sofríe durante 4-5 minutos, removiendo ocasionalmente.
  5. Agrega 50 ml de agua, mezcla bien, tapa la sartén y deja cocinar durante 10-15 minutos, hasta que las verduras estén tiernas.

Triturado y ajuste de la textura

  1. Transfiere las verduras cocidas a una batidora o procesador de alimentos.
  2. Incorpora las almendras peladas y el queso feta desmenuzado.
  3. Tritura hasta obtener una crema suave y homogénea.
  4. Si la salsa está muy espesa, añade pequeñas cantidades de agua caliente hasta alcanzar la consistencia deseada.

Consejos para disfrutar al máximo de esta salsa de calabacín

Usos recomendados

  • Pasta: Utiliza esta salsa como acompañamiento de cualquier tipo de pasta para una opción ligera y deliciosa.
  • Carnes y pescados: Sirve la salsa como base o acompañamiento para pollo, pavo, salmón o bacalao al horno.
  • Verduras o arroz: Mézclala con arroz integral, quinoa o úsala para dar más sabor a verduras al vapor o a la parrilla.

Claves para conservar la salsa

  • Refrigeración: Guarda la salsa en un recipiente hermético en el frigorífico por hasta 3 días.
  • Congelación: Si deseas conservarla más tiempo, congélala en porciones individuales. Cuando la descongeles, caliéntala suavemente en una sartén mientras remueves para recuperar su textura.

Variaciones para personalizar la receta

  • Toque de especias: Agrega pimienta negra, cúrcuma o comino para darle un perfil de sabor diferente.
  • Textura más rica: Añade un puñado de espinacas frescas durante la cocción para incorporar más nutrientes y dar un color verde más vibrante.
  • Más frescura: Sirve la salsa con un toque de jugo de limón o ralladura de limón para un acabado fresco y cítrico.

Esta salsa de calabacín es versátil y adaptable, ideal para realzar cualquier plato sin añadir nata ni harina.

¿Por qué elegir una salsa de calabacín sin nata y sin harina?

Ligera y saludable

Al prescindir de nata y harina, esta salsa es perfecta para quienes buscan opciones bajas en calorías y aptas para dietas especiales, como sin gluten o bajas en grasas. Además, su preparación incluye ingredientes frescos y naturales, convirtiéndola en una opción nutritiva.

Versátil y deliciosa

La textura cremosa del calabacín cocido, combinada con el puerro y las almendras, ofrece un sabor suave y adaptable a diferentes platos. Puedes usarla para acompañar pasta, carnes, pescados o como base para pizzas y gratinados.

Rápida y fácil de preparar

Con ingredientes simples y pocos pasos, esta receta es ideal para quienes buscan algo delicioso y saludable sin complicarse en la cocina. Además, la posibilidad de personalizarla la convierte en una opción que puedes adaptar a tus preferencias o necesidades.

Con esta receta, disfrutarás de una salsa que combina sabor, cremosidad y salud. ¡Pruébala y sorpréndete con su versatilidad!

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